La importancia de educar en el pensamiento crítico ante la desinformación en las redes sociales
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URI: http://hdl.handle.net/20.500.12226/1613Exportar referencia:
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2023-06Resumen:
El sensacionalismo provocado por las fake news que se conocen ya en el periodismo del siglo XIX se ha visto potenciado por la desinformación derivada del crecimiento masivo de las redes sociales. Así, la ciudadanía con frecuencia está indefensa y es necesario incrementar su resiliencia ante las noticias falsas. Este hecho exige fomentar un pensamiento crítico desde la escuela. El objetivo de este trabajo es demostrar que la alfabetización mediática y digital empodera a los adolescentes en la detección de desinformación y en la postura a tomar frente a la misma. Para ello, se ha diseñado una intervención de aula en el curso de 4.º de Educación Secundaria Obligatoria. Se ha partido de la detección de las ideas previas del alumnado a través de un cuestionario anónimo con una doble finalidad: (i) detectar la red social más empleada, para su aplicación en la experiencia de aula, y (ii) la inclinación política, para mostrar la influencia que las noticias falsas puedan tener en ella. Se parte del hecho de que los discentes interactúan en redes sociales sin verificar las noticias que reciben y las comparten sin la mencionada verificación, especialmente cuando la información se ajusta a sus intereses o a su tendencia ideológica. Se propone el visionado de dos vídeos de ideologías contrapuestas y de alguna forma, extremas, para que expresen sus impresiones en una red social privada cuyo grupo fue creado con esta finalidad. Se pasa después otro cuestionario con la finalidad de que el estudiante observe el comportamiento propio dentro de la red social empleada. Después, se señalan algunas de las estrategias y destrezas que es necesario adquirir para detectar desinformación en las redes sociales, y por último, se vuelve a pasar el mismo cuestionario inicial para ver sus cambios en la forma de pensar y en la forma futura de actuar en las redes sociales tras la formación recibida. En este último cuestionario, se pregunta sobre si han contrastado la información, antes de compartirla, y sobre su percepción de si se han precipitado o no a la hora de compartir información sin dicha contrastación en alguna de las dos encuestas. El 97% de los estudiantes percibe como positivo contrastar la información y un 75% reconoce que la información que recibe puede estar sesgada. Lo que nos lleva a concluir que la formación impulsa el pensamiento crítico y que ésta se puede abordar desde la escuela, pudiendo resultar especialmente efectiva en la adolescencia partiendo de la propia experimentación del estudiante, como muestra la experiencia presentada.
El sensacionalismo provocado por las fake news que se conocen ya en el periodismo del siglo XIX se ha visto potenciado por la desinformación derivada del crecimiento masivo de las redes sociales. Así, la ciudadanía con frecuencia está indefensa y es necesario incrementar su resiliencia ante las noticias falsas. Este hecho exige fomentar un pensamiento crítico desde la escuela. El objetivo de este trabajo es demostrar que la alfabetización mediática y digital empodera a los adolescentes en la detección de desinformación y en la postura a tomar frente a la misma. Para ello, se ha diseñado una intervención de aula en el curso de 4.º de Educación Secundaria Obligatoria. Se ha partido de la detección de las ideas previas del alumnado a través de un cuestionario anónimo con una doble finalidad: (i) detectar la red social más empleada, para su aplicación en la experiencia de aula, y (ii) la inclinación política, para mostrar la influencia que las noticias falsas puedan tener en ella. Se parte del hecho de que los discentes interactúan en redes sociales sin verificar las noticias que reciben y las comparten sin la mencionada verificación, especialmente cuando la información se ajusta a sus intereses o a su tendencia ideológica. Se propone el visionado de dos vídeos de ideologías contrapuestas y de alguna forma, extremas, para que expresen sus impresiones en una red social privada cuyo grupo fue creado con esta finalidad. Se pasa después otro cuestionario con la finalidad de que el estudiante observe el comportamiento propio dentro de la red social empleada. Después, se señalan algunas de las estrategias y destrezas que es necesario adquirir para detectar desinformación en las redes sociales, y por último, se vuelve a pasar el mismo cuestionario inicial para ver sus cambios en la forma de pensar y en la forma futura de actuar en las redes sociales tras la formación recibida. En este último cuestionario, se pregunta sobre si han contrastado la información, antes de compartirla, y sobre su percepción de si se han precipitado o no a la hora de compartir información sin dicha contrastación en alguna de las dos encuestas. El 97% de los estudiantes percibe como positivo contrastar la información y un 75% reconoce que la información que recibe puede estar sesgada. Lo que nos lleva a concluir que la formación impulsa el pensamiento crítico y que ésta se puede abordar desde la escuela, pudiendo resultar especialmente efectiva en la adolescencia partiendo de la propia experimentación del estudiante, como muestra la experiencia presentada.
Palabra(s) clave:
Desinformación
pensamiento crítico
alfabetización informacional
educación ciudadana