¿Qué dificultades se detectan en la mediación escolar?: Un estudio exploratorio con docentes ecuatorianos
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Lanza Escobedo, DavidFecha de publicación:
2019-07Resumen:
La mediación es una de las estrategias educativas que comienza a tener presencia en varias escuelas como vía para resolver los conflictos que empañan la convivencia escolar. Exactamente, la mediación es un método en el que un tercero neutral ayuda a las partes en conflicto a encontrar una salida al mismo (Ortega, Del Rey y Córdoba, 2010). En este caso, es el profesorado el segundo colectivo, después del alumnado, el que suele ejercer como mediador (García, Bo, Boqué, 2015; García, Chiva, Moral y Ramos, 2016). Por ello, es de interés conocer su visión acerca de la mediación en aras a poder mejorarla. Por ende, el objetivo de este estudio se centra en conocer la percepción que tienen los docentes acerca de los problemas que entraña la mediación escolar. Para ello, se aplicó un cuestionario, de respuesta abierta, a un total de 50 profesores ecuatorianos –16 hombres y 34 mujeres¬– que habían participado en un curso de convivencia escolar en el que se prestó especial atención a la mediación. En concreto, se interrogó a los participantes, entre otras cuestiones, acerca de las dificultades a las que tendrían que hacer frente como posibles mediadores escolares. Posteriormente, se elaboraron categorías de respuesta y se efectuaron pruebas de Chi-cuadrado y análisis de varianza con el fin de detectar posibles diferencias en función del género. Nuestros resultados indican que la mediación es una estrategia que encierra una amplia variedad de obstáculos. Los diez problemas más mencionados fueron: no llegar a ser neutral (38%); alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes (34%); el incumplimiento de las normas durante el proceso (30%); la desconfianza hacia el mediador (24%); hacer un tratamiento del caso sin pericia y desafortunado (24%); el rechazo de las partes litigantes a participar en la mediación (22%); no contar con la colaboración de las familias (22%); habilidades comunicativas deficientes del mediador (20%); agudizar el conflicto en lugar de resolverlo (18%); y la negación del conflicto (16%). Otros problemas, que se nombraron en menor medida y merecen consideración, fueron: la falta de apoyo de la comunidad escolar, el hermetismo de los implicados, el incumplimiento de los acuerdos y la injerencia de terceros. En general, tanto profesores como profesoras, consideraron un número similar de dificultades (M= 5 vs. M= 4,79) sin apreciarse diferencias significativas. No obstante, se detectaron diferencias significativas en uno de los problemas enunciados: la negación del conflicto. Este fue un óbice que señaló casi un tercio de las docentes y ninguno de los docentes (p<.050). Estos datos nos desvelan que la mediación es un proceso de resolución de conflictos con dificultades de diferente naturaleza, tanto internas –focalizadas en la competencia del mediador y en la actitud de los participantes– como externas –centradas en el compromiso de la institución escolar y familiar– a las que cualquier programa de formación en mediación debe intentar dar respuesta. Igualmente importante es orientar dichos programas a los puntos en los que el magisterio ve mayor dificultad. Sobre todo, para dotarles de las herramientas necesarias para conseguir superarlos.
La mediación es una de las estrategias educativas que comienza a tener presencia en varias escuelas como vía para resolver los conflictos que empañan la convivencia escolar. Exactamente, la mediación es un método en el que un tercero neutral ayuda a las partes en conflicto a encontrar una salida al mismo (Ortega, Del Rey y Córdoba, 2010). En este caso, es el profesorado el segundo colectivo, después del alumnado, el que suele ejercer como mediador (García, Bo, Boqué, 2015; García, Chiva, Moral y Ramos, 2016). Por ello, es de interés conocer su visión acerca de la mediación en aras a poder mejorarla. Por ende, el objetivo de este estudio se centra en conocer la percepción que tienen los docentes acerca de los problemas que entraña la mediación escolar. Para ello, se aplicó un cuestionario, de respuesta abierta, a un total de 50 profesores ecuatorianos –16 hombres y 34 mujeres¬– que habían participado en un curso de convivencia escolar en el que se prestó especial atención a la mediación. En concreto, se interrogó a los participantes, entre otras cuestiones, acerca de las dificultades a las que tendrían que hacer frente como posibles mediadores escolares. Posteriormente, se elaboraron categorías de respuesta y se efectuaron pruebas de Chi-cuadrado y análisis de varianza con el fin de detectar posibles diferencias en función del género. Nuestros resultados indican que la mediación es una estrategia que encierra una amplia variedad de obstáculos. Los diez problemas más mencionados fueron: no llegar a ser neutral (38%); alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes (34%); el incumplimiento de las normas durante el proceso (30%); la desconfianza hacia el mediador (24%); hacer un tratamiento del caso sin pericia y desafortunado (24%); el rechazo de las partes litigantes a participar en la mediación (22%); no contar con la colaboración de las familias (22%); habilidades comunicativas deficientes del mediador (20%); agudizar el conflicto en lugar de resolverlo (18%); y la negación del conflicto (16%). Otros problemas, que se nombraron en menor medida y merecen consideración, fueron: la falta de apoyo de la comunidad escolar, el hermetismo de los implicados, el incumplimiento de los acuerdos y la injerencia de terceros. En general, tanto profesores como profesoras, consideraron un número similar de dificultades (M= 5 vs. M= 4,79) sin apreciarse diferencias significativas. No obstante, se detectaron diferencias significativas en uno de los problemas enunciados: la negación del conflicto. Este fue un óbice que señaló casi un tercio de las docentes y ninguno de los docentes (p<.050). Estos datos nos desvelan que la mediación es un proceso de resolución de conflictos con dificultades de diferente naturaleza, tanto internas –focalizadas en la competencia del mediador y en la actitud de los participantes– como externas –centradas en el compromiso de la institución escolar y familiar– a las que cualquier programa de formación en mediación debe intentar dar respuesta. Igualmente importante es orientar dichos programas a los puntos en los que el magisterio ve mayor dificultad. Sobre todo, para dotarles de las herramientas necesarias para conseguir superarlos.
Palabra(s) clave:
Convivencia escolar
Mediador escolar
Mediación
Conflicto escolar